Según revelan estudios de un equipo de investigación de la Facultad de Educación de la Universidad de Salamanca, que ha analizado el problema tanto en adultos sordos con un alto nivel de lectura como en niños sordos, los centros educativos deben aplicar nuevas metodologías específicas para desarrollar las aptitudes de lectura y escritura de los niños sordos. La lingüística demuestra que el español escrito debe aprenderse como una segunda lengua para las personas sordas. Ésa es una de las conclusiones del estudio realizado por Ana Belén Domínguez, investigadora de la Universidad de Salamanca, que ha investigado los hábitos de lectura de las personas sordas.
Entre sus conclusiones, asegura que es necesaria una estrategia de lectura basada en el reconocimiento de palabras clave. Los discapacitados auditivos deberían aprender la lengua escrita como una segunda lengua después de la lengua de signos. «Habría que diseñar estrategias de enseñanza muy comunicativas y funcionales como ocurre en el aprendizaje de una segunda lengua», ha comentado Ana Belén Domínguez.