Estos días se ha hecho público que una importante cantidad de menores chinos (un tercio del total de los pequeños con discapacidades auditivas) tiene problemas de audición tras haberles sido administrados antibióticos de forma errónea. El problema radica en la poca cantidad de pediatras que existen en el país por lo que las cantidades y principios con los que los padres intentan mejorar a su hijos es en su mayor parte errónea y perjudicial en un período más o menos corto de tiempo. Indiquemos aquí que China es un país que cuenta con 68 hospitales infantiles y 258.000 camas hospitalarias para niños cuando existe una población de más de 223 millones de menores de 14 años.
El consumo per cápita de antibióticos en China es 10 veces superior a la media global, tanto en seres humanos como en animales. La automedicación es hoy en día un problema en territorio chino y está dando lugar al citado problema infantil y a otros muchos que afectan a toda la población.