BISITE se centra en alumnos de entre 7 y 11 años, cuando se desarrollan la comprensión lectora y el razonamiento
La Universidad de Salamanca participa en un gran proyecto europeo que trata de facilitar el aprendizaje de niños que sufren problemas auditivos o sordera y por este motivo tienen dificultades para comprender conceptos.
Un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias -el BISITE- se encarga de la parte tecnológica de este programa multidisciplinar, cuyo objetivo es que las nuevas tecnologías ayuden a los estudiantes sordos.
“El principal objetivo es desarrollar sistemas que faciliten la formación de niños sordos a través de sistemas interactivos que evolucionan en función de cómo esté aprendiendo el chico o la chica”, explica Juan Manuel Corchado, director del grupo BISITE y decano de la Facultad de Ciencias.
La Universidad de L’Aquila (Italia) es la coordinadora de este proyecto llamado Terence Project, que se incluye en el 7º Programa Marco de la Unión Europea y que involucra a investigadores italianos, eslovenos, belgas, españoles, alemanes, húngaros, rumanos y británicos. Después de tres años de investigación y desarrollo, la iniciativa ya se encuentra en su recta final. Además de la parte informática, pedagogos, lingüistas y psicólogos realizan aportaciones constructivas al sistema.
El método
El rango de edad en el que se centra el proyecto está entre los 7 y los 11 años, el momento en el que los alumnos desarrollan habilidades en la comprensión lectora y el razonamiento, algo que presenta muchos más problemas en el caso de que los niños tengan algún tipo de deficiencia auditiva.
En el proceso de aprendizaje desarrollado por investigadores de la Universidad de Salamanca, entran en juego sistemas de inteligencia artificial, ya que consiste en el desarrollo de “píldoras formativas que cambian según el ritmo de aprendizaje del estudiante”.
A través de una herramienta web para los educadores, los niños se benefician de un sistema de aprendizaje adaptativo que es capaz de personalizar los contenidos según el destinatario final. “Estamos haciendo todos los procesos inteligentes y los simuladores para construir las píldoras formativas”, señala Corchado. El sistema permite que los propios educadores evalúen los resultados y la evolución de los estudiantes y, de hecho, escuelas de Brighton (Reino Unido) y la región del Véneto (Italia) participan en la implementación de la iniciativa.
El trabajo se plasma en una herramienta web que los niños pueden manejar tanto en ordenadores como en tabletas y que para los educadores resulta muy práctica para ayudar a los estudiantes en el procesamiento del lenguaje, el razonamiento, el análisis de narraciones o la creación de juegos. Por el momento, los contenidos se han realizado en italiano y en inglés y en ellos se incluyen textos que deben procesar o juegos inteligentes para razonar acerca de las historias.